3.1 SOCIEDAD, ORGANIZACIÓN SOCIAL.
Sociedad es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad. Aunque las sociedades más desarrolladas son las humanas (de cuyo estudio se encargan las ciencias sociales como la sociología y la antropología), también existen las sociedades animales (abordadas desde la socio biología o la etología social).
En este último sentido, por tanto, podríamos decir que las sociedades de animales son aquellas que se van constituyendo de una forma totalmente natural. Así, de esta manera, un ejemplo de lo que estamos señalando sería el siguiente: “El profesor de Ciencias Naturales nos subrayó que las abejas son unos de los grupos de seres vivos que viven en sociedad”.
Las sociedades de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los habitantes y su entorno se interrelacionan en un contexto común que les otorga una identidad y sentido de pertenencia. El concepto también implica que el grupo comparte lazos ideológicos, económicos y políticos. Al momento de analizar una sociedad, se tienen en cuenta aspectos como su nivel de desarrollo, los logros tecnológicos alcanzados y la calidad de vida.
Los expertos en el análisis de las sociedades establecen una serie de señas de identidad o de características que exponen que son imprescindibles que se cumplan para que las reuniones o asociaciones de grupos se consideren sociedades como tal. Así, entre otras cosas, requieren tener una ubicación en una zona geográfica común, estar constituidos a su vez en diversos grupos cada uno con su propia función social, deben tener una cultura común, pueden considerarse una población en su totalidad.
La sociedad existe desde que el hombre comenzó a poblar el planeta, aunque su forma de organización sufrió variaciones a lo largo de la historia. La sociedad del hombre prehistórico se encontraba organizada de modo jerárquico, donde un jefe (el más fuerte o sabio del conjunto) concentraba el poder. A partir de la Grecia antigua, la tendencia absolutista del poder empezó a modificarse, ya que los estamentos inferiores de la sociedad pudieron llegar a ciertos sectores de importancia en la toma de decisiones a través de la democracia.
Recién en 1789, con la Revolución Francesa, la organización social cambió en forma radical: desde entonces, cualquier persona puede subir a un estamento superior de la sociedad. Cabe mencionar que el concepto de sociedad también puede entenderse desde una perspectiva económica y jurídica, para definir a la unión de al menos dos individuos que se comprometen a realizar aportes y esfuerzos en común para desarrollar una actividad comercial y repartir entre sí las ganancias obtenidas.
La organización de una sociedad moderna se basa en la superposición de un conjunto de estructuras y redes que se encargan de regular su funcionamiento y de mantener su estabilidad. La estructura cultural se basa en la superposición de las experiencias culturales. La red civil complementa la estructura cultural, regulando las interacciones que se producen en la sociedad. La organización social se sostiene en el conjunto de servicios públicos que hacen viable la igualdad de oportunidades. El Estado complementa la organización de la sociedad con criterios basados en el interés general. El sistema económico pretende una óptima gestión de los recursos y el sistema político aporta los criterios que permiten a la opinión pública, pronunciarse sobre la eventual dirección que debe emprender la evolución de la sociedad. Aspectos relacionados con la moral pública o con las relaciones interpersonales acaban siendo el resultado de la evolución de las experiencias más personales, aunque también haya interacción con la evolución global.
Como quiera que la organización de la sociedad liberal tuviera que superar la organización social basada en la unidad cultural, anunció su alternativa política a partir de la libertad individual de cada uno de los ciudadanos. Ese fue el resumen de sus principios:
La diversidad cultural fue un reconocimiento a la permanencia de culturas y creencias en la sociedad, diversidad que daba lugar a valoraciones muy diversas, más allá de las indicadas en la ilustración.
La igualdad ante la ley ha acabado legitimando los derechos civiles y la libertad de oportunidades; La unidad civil de cada sociedad, expresan la diferenciación sustantiva respecto a otras sociedades organizadas.
La pluralidad política es el medio a través del que pueden expresarse las distintas alternativas ante los retos de cada sociedad. Su desarrollo ha servido para potenciar y difundir la democracia.
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